Por Pablo Nochebuena* FUNDARQMX**
El 12 de diciembre es la festividad mariana más representativa de nuestro país, pues en el cerro del Tepeyac cientos de peregrinos acuden a venerar a la Virgen Santa María de Guadalupe, imagen que según describen los antiguos escritos del Nican Mopohua[1], tuvo cinco apariciones frente a Juan Diego en diciembre de 1531, acto que dio partida a la edificación de un recinto destinado a su culto. A la actual Colegiata de Guadalupe antecede una ermita tres veces modificada y un primer santuario[2] cuya construcción fechada hacia 1600 se vio malograda en diversas ocasiones y que finalmente derivó en la edificación de un segundo santuario que hoy conocemos como la Antigua Basílica de Guadalupe, proyecto realizado por Pedro de Arrieta de 1695 a 1709. Un templo claramente barroco desde su planta basilical, portada en biombo repleta de ornamentos tales como nichos con esculturas y un gran friso tallado, y el volumen compuesto de cuatro torres campanario una en cada extremo[3].
Img 01 Escárcega, Linda. (2013) Industrial-14 [fotografía], 16 de noviembre de 2020.
El recinto de gran calidad estética sufrió diversas modificaciones y adiciones que a lo largo del tiempo, aunado al descenso de niveles freáticos en el Valle de México provocó a inicios del siglo XX un grave deterioro que agudizó su hundimiento, cuestionando su persistencia; en un primer momento esta condición se atendió por el ingeniero Manuel González Flores quien en los años setentas reforzó sus cimientos estabilizando el inmueble. Sin embargo, este primer contacto expresó la problemática del flujo de peregrinos que cada año crecía; Mostrando necesaria la construcción de un nuevo recinto capaz de albergar la cantidad de feligreses en dicha celebración. Siendo así, inició la planificación para diseñar la Nueva Basílica de Guadalupe y fueron dos arquitectos los que tomaron la batuta del proyecto: Pedro Ramírez Vázquez, con una destacable trayectoria, y José Luis Benlliure, este último con un estudio previo de las necesidades del proyecto; El nuevo recinto debía de responder al aforo de feligreses y a la vez homogeneizar con los edificios históricos del Tepeyac. De tal forma que el templo que conocemos resulta una solución integral a dichas condicionantes, fruto de un proyecto ejecutado en 1976 que involucró a diversos profesionistas del tema; partiendo por la impresionante cubierta hecha a base de curvas catenarias[4] cubre un claro de 90 metros en planta solventando la capacidad interior.
Parte de la monumental estructura son los más de 300 pilotes de control a 40 metros de profundidad. Ahora bien, tanto la solución de la cubierta sutilmente cargada al oriente como el volumen de planta circular aligeran la masividad que implica esta obra, permitiéndole una mayor ligereza en la plaza respecto a sus aledaños. Además, el proyecto distribuye en el primer nivel de este cuerpo cilíndrico una serie de capillas en las cuales, se puede oficiar misa de forma independiente al altar mayor, manteniendo siempre la imagen de la Virgen como punto focal para el usuario. Finalmente secuenciando las maravillas de este espacio, al interior una vez cruzada la entrada y rebasada la losa que solventa el primer piso de capillas se eleva la gran cubierta ornamentada con plafones de madera en cuyo punto más alto se indica simbólicamente el presbiterio con un tragaluz, elemento que al estar abierto ilumina y llena de brillo el retablo trabajado en madera y detallado en dorado que acentúa la imagen de la Virgen Santa María de Guadalupe[5].
Img 02 Vista exterior de la construcción de la cubierta de la Nueva Basílica de Guadalupe. Nota: Adaptada de Clásicos de Arquitectura: Basílica de Santa María de Guadalupe/ Pedro Ramírez Vázquez [fotografía] S/N, 2019, Artículo digital https://www.archdaily.mx/mx/02-254079/clasicos-de-arquitectura-basilica-de-santa-maria-de-guadalupe-pedro-ramirez-vazquez/5175fe0fb3fc4b74870001a9-clasicos-de-arquitectura-basilica-de-santa-maria-de-guadalupe-pedro-ramirez-vazquez-foto?next_project=no
Img 03 Escárcega, Linda. (2013) Industrial-21 [fotografía], 16 de noviembre de 2020.
Teniendo un panorama del culto guadalupano y su vigencia de casi quinientos años relatado por diversas fuentes, podemos comprender cómo el exponencial crecimiento demográfico desde el siglo pasado ha sido un factor en la permanencia de tal celebración. Hecho que requirió la obra de una Nueva Basílica de Guadalupe, recinto tan representativo actualmente de dicha festividad que expresa una modernidad creciente, pero respeta a su antecesora anexa.
Img 04 Vista del retablo principal de Nueva Basílica de Guadalupe. Nota: Adaptada de Clásicos de Arquitectura: Basílica de Santa María de Guadalupe/ Pedro Ramírez Vázquez [fotografía] S/N, 2019, Artículo digital https://www.archdaily.mx/mx/02-254079/clasicos-de-arquitectura-basilica-de-santa-maria-de-guadalupe-pedro-ramirez-vazquez/5175fdb2b3fc4b2014000183-clasicos-de-arquitectura-basilica-de-santa-maria-de-guadalupe-pedro-ramirez-vazquez-foto?next_project=no
Img 05 Escárcega, L. (2013) Industrial-22 [fotografía], Recuperada el 16 de noviembre de 2020
*Arquitecto en formación por la Universidad Nacional Autónoma de México, entusiasta del patrimonio histórico construido, la cultura mexicana, y el cine. Actualmente realizando servicio social en FUNDARQMX.
[1] Valeriano A. (1556). Nican Mopohua: Virgen de Guadalupe, apariciones. México. [2] Amerlinck M. (2010). El santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en 1709. noviembre 21, 2020, de Instituto Nacional de Antropología e Historia Sitio web: https://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/articulo%3A9721 [3] González A. (2014). La Colegiata. noviembre 23, 2020, de La Jornada Sitio web: https://www.jornada.com.mx/2014/12/07/opinion/034a1cap [4] Catenaria: Curvatura natural de reposo de un elemento en relación a su material y la gravedad actuando al sujetarla de dos puntos extremos. [5] ARTIGAS, Juan B. La Basílica del siglo XX en La Villa de Guadalupe. Bitácora Arquitectura, [S.l.], n. 20, p. 58-65, mayo. 2011. ISSN 2594-0856. Disponible en: <http://www.revistas.unam.mx/index.php/bitacora/article/view/25174/23668>. Fecha de acceso: 24 nov. 2020 doi:http://dx.doi.org/10.22201/fa.14058901p.2010.20.25174
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