Escrito por LUCA* Ilustrado por Grecia Gómez Crisóstomo** FUNDARQMX***
Durante mi búsqueda por entender los procesos históricos de la vivienda rural, logré identificar algunas tipologías que corresponden a temporalidades no exactas en cuanto a años, pero sí fácilmente identificables, logrando ver el paso del tiempo.
Las variaciones que ha sufrido la vivienda rural han sido lentas en comparación con el vertiginoso cambio que demandan las ciudades, es por eso que, en algunas condiciones se siguen viendo construcciones con la misma tipología de hace siglos. Desafortunadamente, esta clase de viviendas son cada vez más remotas y escasas en la actualidad. Los procesos de transformación con respecto a la vivienda rural han sido lentos y es probable que en pocas décadas lleguen a desaparecer métodos constructivos tradicionales, llenos de saberes empíricos, que será difícil volver a redescubrirlos.
En este artículo nos enfocaremos en la vivienda indígena de la montaña en la Sierra Norte de Puebla en la comunidad de Plan de Guadalupe. La diversidad tipológica de la vivienda rural es diferente de región a región en nuestro vasto territorio, así que es preciso acotarla, esto nos llevará a un enorme recorrido sobre las expresiones formales de habitabilidad en las zonas rurales de nuestro país. Los vestigios de la vivienda indígena son una recolección de factores que suman a esta cosmogonía. No solo la vivienda sufrió cambios, si no que la forma de vida fue cambiando poco a poco.
En primer lugar, hablaremos del clima, uno de los factores importantes para la edificación de vivienda, ya que influye en sus condiciones tipológicas y sistemas constructivos. La elección del lugar donde se edificará la vivienda responde a las condiciones climáticas de la zona, en este caso los vientos dominantes, asoleamiento, lluvias y condiciones topográficas del terreno. Las corrientes de viento bajan de la montaña y vienen del norte donde está direccionada la comunidad, así que no hay mucho para donde hacerse. El clima es extremo en esa zona. El vestigio que encontré para solucionar este problema fue ubicar la casa junto a un montículo de tierra o hacer una excavación que genere una barrera de tierra, esto con el fin de anular el impacto de los vientos de la montaña. Por otra parte, se plantaron árboles endémicos hacia el norte para crear una barrera vegetal.
En segundo lugar, tenemos su sistema de construcción. Formado sencillamente a partir de una cimentación expuesta, 4 moneras de piedra, y una especie de zapatas aisladas, buscando un nivel horizontal formando un polígono rectangular. Sobre estas zapatas descansan 4 vigas formando un rectángulo, lo cual permitirá un tendido de madera para formar el piso, donde comienzan a levantarse los muros que en las esquinas se unen con ensambles debidamente cortados para generar un machimbre. Los vestigios de vivienda que he encontrado en la comunidad son casas totalmente de madera, muy pocas personas construyen de esta manera actualmente.
En tercer lugar, está el factor de los materiales constructivos. Tanto la estructura, como pisos y muros están hechos de madera de pino. De la madera oyamel se saca el tejamanil para la techumbre; hoy en día es muy difícil elaborar este tipo de techos, los árboles deben ser seleccionados para que se pueda astillar la madera con facilidad. Los maestros de la montaña me dijeron que, la elección de un buen árbol para hacer el tejamanil depende de que no les haya pegado mucho el viento durante su vida. Es un saber prácticamente perdido, hace varias décadas que no se construye con tejamanil.
Con el tiempo se fueron sumando nuevas construcciones, aledañas a esta habitación. La familia crecía o la bonanza se manifestaba en el hogar con más habitaciones. Ahora el dormitorio se separaba del cuarto principal, ahora comienza a conformarse el patio central con diferentes actividades a su alrededor. Junto a la cocina se encuentran el gallinero y lavadero, el corral para los borregos, chivos, burros y mulas a la vista pero separado del patio central, el temazcal está cerca del dormitorio y cocina. Por último, la letrina es la más alejada del complejo residencial.
Aquí comienza la etapa de transformación de la casa de madera a la casa de piedra. Esta nueva tecnología genera una nueva conformación de los locales; los espacios de madera comienzan a tener vocación de bodega o de casa para sus animales dando paso a habitaciones más sofisticadas.
Anexo 1. Así como la vivienda indígena perdió terreno, también se llevó consigo una lengua (el mexicano le dice, es una versión del náhuatl), el único vestigio son algunas palabras que siguen en el léxico de las personas, pero ya no son frases completas; una vestimenta, esta desapareció totalmente, el único vestigio que encontré fue el rebozo; Un ritual prehispánico que fue el temazcal, solo lo llevan a cabo un par de personas en la comunidad y solo lo realizan a mujeres embarazadas y a enfermos. Y así cambia el campo y sus tradiciones.
*LUCA (Lucero Bonilla Munguía), estudió Arquitectura en la UNAM, su mayor interés es la vivienda rural y ha participado en proyectos internacionales dedicados al rescate del espacio público y la vivienda social. Actualmente trabaja como escenógrafa junto a un colectivo de teatro, y desarrolla el proyecto “En Obra Negra” sumando trabajos de gestión cultural y vivienda rural en la comunidad de Plan de Guadalupe en el municipio de San Francisco Ixtacamaxtitlán, Puebla. Actualmente realiza su servicio social con FundarqMX, buscando visibilizar el rescate de los procesos constructivos tradicionales.
**Grecia Gómez Crisóstomo, actualmente realiza su servicio social en FundarqMX. Estudió la carrera en la Facultad de Arquitectura de la UNAM con línea de interés en Expresividad Arquitectónica. Entre sus intereses destaca la ilustración y el diseño de identidad, en busca de crear nuevas experiencias, que, a través de las artes visuales permitan a las personas ver y sentir una realidad diferente a su rutina.
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