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PRAXIS. Por debajo del árbol

Por Daniel Kaufmann* FUNDARQMX**


Como una discreta propuesta cultural, la galería regiomontana PEANA, colaboró con el Arquitecto Agustín Hernandez para abrir por primera vez al público en general a PRAXIS (1975), la casa-estudio del arquitecto, del 10 de febrero al 4 de marzo de 2022 con el motivo de mostrar la exposición Por debajo del Árbol, una colaboración de 15 artistas, dialogando sobre la influencia que este singular arquitecto ha tenido sobre sus carreras. Los artistas presentados fueron: Agustín Hernández, ASMA (Hanya Beliá y Matias Armendaris), Carlos H. Matos, Francois Halard, Ghislaine Leung, Lila de Magalhaes, Louis Eisner, Lucas Cantú, Mario García Torres, Pedro Reyes, Rodrigo Hernández, Ryan Lowry, Santiago Licata, Stella Zhong, Tomás Díaz Cedeño y Tania Pérez Córdova. La muestra integró el trabajo de Hernández con su enorme influencia sobre la arquitectura y el arte en nuestro país, situado en un recinto absolutamente perfecto para el diálogo entre las piezas y el espacio arquitectónico.




Vista de PRAXIS desde Bosque de Acacias

La exposición comenzaba desde la entrada de la calle Bosque de Acacias, en Bosques de las Lomas. El relieve de las barrancas que componen el contexto da lugar a calles sinuosas y empinadas que ocultan casi por completo las visuales con ayuda de la vegetación abundante. Al momento de vislumbrar la casa, el camino parece abrirse debido a que, en contraste con el resto de la calle, la obra no tiene barda o separación alguna del arroyo vehicular. El inmueble, diseñado exclusivamente para su predio, genera desde el exterior una sensación de vértigo, pues da la impresión de estar suspendido sobre las copas de los árboles. Para entrar se debe cruzar la enorme trabe que conecta la casa a la calle. Una gran puerta curva da la bienvenida a la impactante escalera de caracol que parece flotar gracias al soporte de los muelles.




Escalera de acceso a la casa-estudio soportada por muelles

Una vez dentro, la sensación de vértigo se pierde por completo. En cambio, se percibe la solidez del concreto crudo, característica muy importante del brutalismo del cual Agustín Hernandez fue partícipe al realizar esté y muchos más proyectos, como la Escuela de Ballet Folklórico Amalia Hernández (1966), el pabellón de México en la exposición de Osaka (1970), el Heroico Colegio Militar (1976), el edificio Calakmul (1997), entre otros. Al interactuar con esta casa-estudio única, se pueden apreciar todos los detalles que hacen de esta extraña geometría un hogar.



Nivel estudio de la casa


La exposición abrió al público tres niveles de la casa: el área de estudio en el primer piso, la habitación principal y sala en el segundo, y finalmente la pequeña biblioteca en el tercero. El primer nivel albergó la mayor parte de la exposición que incluye la muestra del trabajo de Agustín Hernández. Esta sección podría considerarse la más “normal” en cuanto a museografía, al mismo tiempo presenta al visitante al lenguaje visual de PRAXIS para después poder introducir al resto de la casa de forma fluida. En este nivel se encuentra la famosa ventana triangular, flotando encima de la barranca.



Ventana triangular del primer nivel

Una segunda escalera dentro del estudio da acceso al segundo nivel, el cual contiene la sala de estar y la recámara, a partir de este punto el enfoque hacia la casa se vuelve mayor. Las piezas aquí presentes han sido utilizadas para resaltar detalles del mobiliario como las sillas Wassily y la singular habitación con la ventana inclinada que observa las copas de los árboles.

El tercer y último nivel da un toque aún más personal a la exposición, ya que por medio de una estrecha escalera en la habitación se accede a la pequeña biblioteca y área de estar del arquitecto. Iluminada completamente por luz cenital, da al visitante un acercamiento a la mente del arquitecto a través de sus libros, los cuales consisten en tomos de: Isamu Noguchi, la exposición universal de Osaka 1970, Pedro Ramírez Vázquez, Kisho Kurokawa, arquitectura prehispánica, brutalismo y metabolismo; todos ellos, elementos que pueden apreciarse como parte del lenguaje en su portafolio de obras. Al encontrarse en este pequeño espacio, en lo más alto de la casa, se puede observar nuevamente la minuciosidad de la elección de los materiales y los detalles de acabados que hacen de la casa y el mobiliario uno mismo; de igual manera, las piezas expuestas interactúan para no perder relevancia al estar en este singular espacio.



Biblioteca personal del Arquitecto Hernández

Las formas y materiales del interior son muy apegados a la era donde la casa fue diseñada y construida (1975) sin verse anticuado o fuera de contexto. El inmueble tiene un aire distintamente futurista que vuelve emocionante la experiencia de conocer un espacio así fuera de las fotografías y en persona. El anillo de granito que rodea el tragaluz de la escalera, los barandales de acero inoxidable pulido, los sillones empotrados a la pared, los grandes ventanales y por supuesto la constante presencia del concreto, dotan al lugar de una atmósfera singular.



Detalles de granito en la escalera principal

De lejos, PRAXIS podría verse como una escultura o una pieza de arte abstracto, pero al acercarse, uno puede ver como cada detalle de esta excepcional casa la hacen incuestionablemente un ícono de la arquitectura de la Ciudad de México y uno de los puntos de partida que han hecho de Agustín Hernández uno de los arquitectos mexicanos más reconocidos de las últimas décadas.





*Daniel Kaufmann Dávila, estudió Arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México con una estancia internacional en la Universidad de Skövde en Suecia. Sus principales intereses son la investigación y preservación del patrimonio arquitectónico y urbano. Realizó su servicio social en FUNDARQMX durante el año 2021, colaborando nuevamente en creación de contenido.


Fotografías cortesía de Eleonora Jimena Ayala Espinosa y Daniel Kaufmann Dávila

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