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Las Catedrales de la Ciudad de México

Actualizado: 19 abr 2021

En el atrio de la actual Catedral Metropolitana de la Ciudad de México se encontraba la "primitiva" o primera catedral. Los cimientos de aquella catedral antigua fueron realizados con ídolos del pueblo conquistado.


FOTOGRAFÍA FUNDARQMX / Héctor Salas Pérez
  • Primitiva Catedral

En el atrio de la actual Catedral Metropolitana de la Ciudad de México se encontraba la "primitiva" o primera catedral. El templo se levantó bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción.

Los cimientos de aquella catedral antigua fueron realizados con ídolos del pueblo conquistado, profanando la cultura mexica. Las investigaciones del historiador Joaquín García Icazbalceta nos dicen que fue terminada en 1525 –tan solo tres años después de la conquista-, y a diferencia de la actual, estaba orientada de Oriente a Poniente.

El acceso -hacia el occidente- era la Portada del Perdón, en la Plazuela del Marqués, hoy Calle Monte de Piedad.


Hacia 1555, fray Toribio de Motolinía escribió a Carlos V acerca del pobre estado de la iglesia mayor de México, diciendo que estaba vieja, pobre y remendada. Se decidió repararla y remozarla con el proyecto del arquitecto Claudio de Arciniega. Catedral que se consideró provisional y fue destruida en 1626, despejando el atrio de la nueva catedral, cuya sacristía ya estaba concluida.


  • La nueva catedral

Felipe II ordenó la construcción del remplazo de la catedral en 1552, y 21 años después, en 1573, los trabajos comenzaron bajo el gobierno eclesiástico de Pedro Moya de Contreras.

La excavación para los cimientos en el terreno problemático, así como los temblores, causó gastos y retrasos en la obra, impidiendo que el templo quedara tan suntuoso como la catedral de Sevilla, conforme al deseo del rey. Contando las capillas, la catedral de Sevilla tiene siete naves y la de México cinco.

Hacia 1615 se concluyeron los cimientos, los muros perimetrales a más de la mitad de su altura, las paredes de las capillas y las columnas hasta los capiteles y las primeras cuatro capillas. El sucesor de Felipe II envió dos diseños y pedía al virrey marqués de Guadalcázar elegir la mejor traza, pero la obra ya estaba muy avanzada conforme el primer proyecto. Pedro Moya de Contreras, virrey y arzobispo, impulsó la continuación de la obra.

En 1625, un año antes de la demolición de la primitiva catedral, se terminaron las bóvedas de la sacristía, donde se celebraron los servicios hasta 1641. En 1665 se terminó el primer cuerpo de la torre oriental y se cerró la bóveda con 20 campanas.


El duque de Alburquerque, que comenzó a gobernar en 1653, se propuso concluirla, y estando terminadas la mayoría de las bóvedas y cubierto con madera el resto del edificio, se consagró la catedral el 2 de febrero de 1656. Los trabajos se dieron por terminados 94 años después de iniciada la obra, en 1667, mientras gobernaba fray Marcos Ramírez de Prado, que había sido obispo de Chiapas; se cerró la última bóveda.

Como es costumbre en México, se dedicó la Catedral a pesar de que los trabajos no estaban realmente concluidos.



FUNDARQMX / Carlos Hiram Padilla Rizo, del Concurso Hablemos de Patrimonio de la CDMX realizado en 2014 por la PAOT y FUNDARQMX


En la nueva catedral, la planta se divide en cinco partes: nave mayor, dos procesionales y dos de capillas. Tiene siete puertas: dos al norte, a un lado de la capilla de los Reyes; dos en los extremos del crucero de este a oeste y tres en el frente, hacia la Plaza Mayor. Tiene 164 ventanas y 51 bóvedas sobre 74 arcos.

Damián Ortiz de Castro concluyó las torres. Tienen dos cuerpos cada una, el primero dórico y el segundo jónico, sobre el cual descansa una bóveda con forma de campana, con un globo de remate que recibe una cruz. En 1792 se le comisionó a Manuel Tolsá esculpir las estatuas colosales de las torres.






FUNDARQMX / Oscar Molina Palestina, del Concurso Hablemos de Patrimonio de la CDMX realizado en 2014 por la PAOT y FUNDARQMX

A la muerte de José Damián Ortiz de Castro, Tolsá fue el encargado de concluir las obras; unificó la catedral por medio de balaustradas, agregó el reloj con un remate de tres estatuas que simbolizan las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad y realizó la cúpula ochavada con su esbelta linternilla.

En 1813, cuando el movimiento de independencia ya había comenzado, en la ciudad de México se concluyeron las obras de la catedral.


FUNDARQMX / Héctor Salas Pérez, del Concurso Hablemos de Patrimonio de la CDMX realizado en 2014 por la PAOT y FUNDARQMX
  • La primitiva catedral hoy

Desde 2005 existen cuatro ventanas arqueológicas en el atrio de la Catedral Metropolitana, donde se pueden ver los que se podría pensar, son los únicos restos de aquella primitiva catedral: muros con pintura roja, cenefas con flores y escalones con azulejos; pero aún existe más.

Cuando la primitiva catedral fue demolida, la portada proyectada por Claudio de Arciniega no fue destruida. En 1985 la historiadora María Concepción Amerlinck dio a conocer la noticia de que en 1625 la portada fue vendida y trasladada al Templo de Santa Teresa de Nuestra Señora la Antigua, donde estuvo hasta 1691.

En 2008, Guillermo Tovar de Teresa dio a conocer un documento que indica el desmontaje de la portada de Santa Teresa la Antigua y su montaje en la entrada principal de la iglesia de la Purísima Concepción del Hospital de Jesús, ubicado en la calle República del Salvador 119, en el Centro histórico de la Ciudad de México.


A pesar de la fachada el Hospital de Jesús perdió una parte de sus fachadas cuando se decidió ampliar la avenida Pino Suárez a mediados del siglo pasado, la portada se ha mantenido intacta en el templo del Hospital durante los últimos 300 años.

Acompáñanos a recorrer la Catedral Metropolitana éste sábado 24 de junio de 2017 con el cronista Carlos Vega y descubre todo lo que menciona este artículo con tus propios ojos.


FUNDARQMX / María Bustamante Harfush, del Concurso Hablemos de Patrimonio de la CDMX realizado en 2014 por la PAOT y FUNDARQMX.
 

Escrito por: Ernesto Ahedo, quien es estudiante de Arquitectura en la Factultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de México y es colaborador en FUNDARQMX.

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1 Comment


Oscar Rivas
Oscar Rivas
Dec 30, 2021

Buen artículo, invita a profundizar en la historia de las Catedrales de la CDMX...🇲🇽🐢

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